La arquitectura de la información nace para los usuarios, y el motivo principal por el que estos acuden o usan una interfaz es porque tienen necesidad de información.
Ahora bien, las necesidades de información pueden variar ampliamente y cada tipo de necesidad de información provoca que los usuarios muestren comportamientos diferentes, así, estos tipos de necesidad de información pueden ser: conocida (búsqueda de elemento conocido), o no conocida (búsqueda exploratoria). Por ejemplo, es distinto buscar el número de teléfono de una persona conocida en el sitio web de una organización, que hacer una búsqueda exploratoria sobre un tema desconocido en Wikipedia.
La búsqueda exploratoria, suele ser abierta, ya que no hay expectativas claras de obtener una respuesta correcta (al contrario que la búsqueda de elemento conocido). En esta búsqueda nos conformamos con algún resultado válido, para usarlo en la siguiente iteración de búsqueda.
Pero, ¿cómo pueden conocerse estas necesidades y comportamientos de los usuarios? Existen varios métodos, pero destacan dos: Analítica de búsqueda e investigación contextual. La analítica de búsqueda implica revisar las consultas de búsqueda habituales de los usuarios de un sitio web, lo que nos hará entender mejor las necesidades de información.
La investigación contextual, por el contrario, es un trabajo de campo que se basa en la observación de los usuarios mientras interactúan en su entorno, y en este contexto, averiguar el porqué de sus acciones.
De esta manera, el objetivo de la arquitectura de la información es satisfacer la experiencia de los usuarios, tratando de obtener las respuestas correctas a las preguntas adecuadas en el momento preciso, contribuyendo, así, a una experiencia satisfactoria y positiva.